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¿Cómo eres a la hora de comer?

22085 - ¿Cómo eres a la hora de comer?

Anteriormente, la gente se alimentaba cuando tenía hambre y dejaba de comer cuando se sentía satisfecha. Ahora son raras las personas que comen de manera espontánea.¿Gastrónomo, obsesionado con las calorías o fanático de los productos biológicos? Tu forma de comer

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COMENTARIOS

  • #1tristecita18 ago 2016, 20:38
    Controlador Obsesivo
    ¿Tu maestro? Hipócrates, el primero en decir: “Harás de tus alimentos una medicina”. Sigues al pie de la letra las disposiciones de la Organización Mundial de la Salud. Escoges tus menús como si fueran una receta de un médico homeópata. Lees las etiquetas de los productos y analizas la composición como un médico forense. Cuando haces mercado no piensas: "¡qué maravilla!, hay habichuelas verdes frescas", sino: "¡qué bueno!, tienen fibra". Ante el queso tu reacción es: "¿cuánto será el aporte de calcio necesario para prevenir una futura osteoporosis?".
  • #2darkaraz18 ago 2016, 21:08
    Vale que no me excedo, pero tanto como controladora obsesiva...
  • #3bornontuesday18 ago 2016, 21:38
    Comes porque es necesario para vivir

    En ti alternan dos estados sicológicos: hambre y más hambre. Consideras la comida como un carburante, no sabes nada de dietas, de comida orgánica ni de gastronomía. Dentro de esta sociedad esquizofrénica, eres un modelo de equilibrio, pues definitivamente no te importa con qué te alimentas, aunque a veces se te vaya la mano. Pero al menos te ahorras la neurosis que padecen muchas personas en estos tiempos.
  • #4kungfupandev18 ago 2016, 22:32
    Ves calorías por todas partes
    Tu maestro: Karl Lagerfeld: “La dieta es el único juego en que uno gana cuando pierde”. Y por perder unos kilos harías cualquier cosa. En el supermercado pasas de largo por la sección de quesos, postres y charcutería. Sólo te detienes en la de legumbres y en la de yogures cero por ciento grasa, que compras por docenas. En tu vida social, evitas toda invitación a comer. A fuerza de someterse a este régimen dictatorial te perdiste del todo el placer de sentarte a comer sin sentirse culpable.

    Tampoco te creas xD
  • #5animatino18 ago 2016, 23:09
    Ves calorías por todas partes
    Tu maestro: Karl Lagerfeld: “La dieta es el único juego en que uno gana cuando pierde”. Y por perder unos kilos harías cualquier cosa. En el supermercado pasas de largo por la sección de quesos, postres y charcutería. Sólo te detienes en la de legumbres y en la de yogures cero por ciento grasa, que compras por docenas. En tu vida social, evitas toda invitación a comer. A fuerza de someterse a este régimen dictatorial te perdiste del todo el placer de sentarte a comer sin sentirse culpable.
  • #6thekiller98018 ago 2016, 23:14
    Controlador Obsesivo
    ¿Tu maestro? Hipócrates, el primero en decir: Harás de tus alimentos una medicina. Sigues al pie de la letra las disposiciones de la Organización Mundial de la Salud. Escoges tus menús como si fueran una receta de un médico homeópata. Lees las etiquetas de los productos y analizas la composición como un médico forense. Cuando haces mercado no piensas: "¡qué maravilla!, hay habichuelas verdes frescas", sino: "¡qué bueno!, tienen fibra". Ante el queso tu reacción es: "¿cuánto será el aporte de calcio necesario para prevenir una futura osteoporosis?".
  • #7chicofacil8818 ago 2016, 23:16
    Comes porque es necesario para vivir

    En ti alternan dos estados sicológicos: hambre y más hambre. Consideras la comida como un carburante, no sabes nada de dietas, de comida orgánica ni de gastronomía. Dentro de esta sociedad esquizofrénica, eres un modelo de equilibrio, pues definitivamente no te importa con qué te alimentas, aunque a veces se te vaya la mano. Pero al menos te ahorras la neurosis que padecen muchas personas en estos tiempos.
  • #8marquius13318 ago 2016, 23:21
    Le rindes culto a la buena cocina
    No ves en un producto de calidad ni las calorías ni las toxinas, sino el fruto de una una cultura. Este culto a la buena cocina te complica un poco la vida, sin contar con lo que te cuesta. Te pasas las horas en la cocina gozando intensamente la experiencia de olores y sabores. Por tu comportamiento no estás exento de peligro. Eres una víctima compulsiva de la comida. Comes demasiado con la cabeza, pero también con la barriga.

    Soy un gourmet y yo sin saberlo. Los macarrones con tomate de mi madre deben de ser toda una delicia culinaria.
  • #9sheshes_220 ago 2016, 08:37
    Ves calorías por todas partes

    pero si como pura huevada como comida chatarra. me vale verga las calorias
  • #10yonkou9720 ago 2016, 19:33
    Ves calorías por todas partes

    Tu maestro: Karl Lagerfeld: “La dieta es el único juego en que uno gana cuando pierde”. Y por perder unos kilos harías cualquier cosa. En el supermercado pasas de largo por la sección de quesos, postres y charcutería. Sólo te detienes en la de legumbres y en la de yogures cero por ciento grasa, que compras por docenas. En tu vida social, evitas toda invitación a comer. A fuerza de someterse a este régimen dictatorial te perdiste del todo el placer de sentarte a comer sin sentirse culpable.

    algo esta mal, pues he respondido justo lo contrario. No soy gordo ni como solo mierda, pero no me fijo en nada de calorias, sinplemente como lo que me apeteze
  • #11Veren21 ago 2016, 02:46
    Comes porque es necesario para vivir
    En ti alternan dos estados sicológicos: hambre y más hambre. Consideras la comida como un carburante, no sabes nada de dietas, de comida orgánica ni de gastronomía. Dentro de esta sociedad esquizofrénica, eres un modelo de equilibrio, pues definitivamente no te importa con qué te alimentas, aunque a veces se te vaya la mano. Pero al menos te ahorras la neurosis que padecen muchas personas en estos tiempos.

    Mi vida diaria consiste en hacer un plato rápido de arroz o pasta cada vez que estoy muerta de hambre, por la pereza y esas cosas.
  • #12thx113821 ago 2016, 17:32
    Le rindes culto a la buena cocina
    No ves en un producto de calidad ni las calorías ni las toxinas, sino el fruto de una una cultura. Este culto a la buena cocina te complica un poco la vida, sin contar con lo que te cuesta. Te pasas las horas en la cocina gozando intensamente la experiencia de olores y sabores. Por tu comportamiento no estás exento de peligro. Eres una víctima compulsiva de la comida. Comes demasiado con la cabeza, pero también con la barriga.
  • #13shora423 ago 2016, 19:10
    Controlador Obsesivo

    ¿Tu maestro? Hipócrates, el primero en decir: “Harás de tus alimentos una medicina”. Sigues al pie de la letra las disposiciones de la Organización Mundial de la Salud. Escoges tus menús como si fueran una receta de un médico homeópata. Lees las etiquetas de los productos y analizas la composición como un médico forense. Cuando haces mercado no piensas: "¡qué maravilla!, hay habichuelas verdes frescas", sino: "¡qué bueno!, tienen fibra". Ante el queso tu reacción es: "¿cuánto será el aporte de calcio necesario para prevenir una futura osteoporosis?".
  • #14NaivePrincess 9 sep 2016, 15:58
    Le rindes culto a la buena cocina (acorto)
    Te pasas las horas en la cocina gozando la experiencia de olores y sabores. Eres una víctima compulsiva de la comida. Comes demasiado con la cabeza, y también con la barriga.
    Me gusta lo que me gusta, como chuletones, jamón del bueno, spaguettis, pollo, patatas, alguna fruta... Casi siempre terminan la comida por mi. Me gusta el picante. Odio las ostras, son como mocos incrustados en conchas y con sabor a mar. Me gusta el chocolate pero no el de cobertura, me revuelve el estomago. No puedo comer ni flan ni gelatina que me da arcadas, como el puré. Pero me encanta el cocido, la sopa el pollo el jamón el chorizo y los garbanzos, lo demás pa ti. Y las hamburguesas con queso del mcdonals sin pepinillos ni mostaza ni cebolla.

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