¿Qué tipo de guerrero de For Honor serías?

Los guardianes son guerreros nobles y poderosos que defienden su tierra y a su gente. Equilibrados en defensa y ataque, visten una armadura parcial de placas con cota de mallas y cuero. Blanden enormes espadas largas a dos manos para destrozar a sus enemigos y bloquear sus ataques. Entrenados para ser orgullosos, leales y brillantes diplomáticos, se espera que los guardianes encarnen los mayores valores de la caballería. Aunque muchos intentan lograrlo, pocos lo consiguen.

Los kensei son las encarnaciones vivientes del Bushido, el camino del guerrero samurái, y si no lo son, están muy cerca de serlo. Maestros en varias artes marciales, se les entrena desde la infancia para luchar y morir por su emperador o por sus compañeros samuráis sin preguntar el porqué. Los kensei llevan armaduras pesadas y luchan con la nodachi, una versión más larga de la katana que parte en dos a los enemigos en unos pocos golpes potentes a la vez que elegantes. Pasan sus vidas luchando y entrenando, buscando obtener la perfección.

Luchando con pesadas ​​hachas de dos manos, los Invasores siempre se encuentran en la vanguardia, atacando a los enemigos lo suficientemente locos como para interponerse en su camino. Están vestidos con anillos de cuero y hierro, con sus cuerpos cubiertos por tatuajes, recuerdos de batallas pasadas. Estos guerreros implacables encarnan los ideales vikingos: valentía ilimitada, integridad impecable y pasión desenfrenada. Saben que el momento de su muerte ya ha sido elegido al nacer, por lo que ningún vikingo teme seguir su destino.

El término tiandi, que significa "cielo y tierra", hace referencia a la dedicación de por vida de los Tiandi. Los Tiandi son protectores leales de reyes, reinas y emperadores. Son maestro de la hoja dao, el arma que blanden estos guardias reales, usándola sin igual gracias a su entrenamiento en las artes marciales del norte de China. Los Tiandi juran lealtad a su líder, un juramento que les vincula de por vida. Su coraje y su dignidad en combate les distingue.

El Gladiador es un luchador profesional. Ha perfeccionado sus habilidades en la arena en escalofriantes combates, y ahora se encuentra en su elemento. Cada Gladiador lucha por sus propias razones: algunos por la fama, otros por dinero. Pero todos luchan. Su armadura es mínima para permitir una mayor movilidad con el escudo y el tridente, pero también para hacer alarde de su destreza. Se ha ganado el favor del público en cada combate, pero ¿qué tal se le dará aplicar todo su entrenamiento en esta guerra sin cuartel?

Las pacificadoras son rápidas, letales y pueden ganar un combate antes incluso de que el enemigo se percate de su presencia. Hay que ser un tipo de guerrero especial para convertirse en hoja silenciosa. El suyo no es un legado de gloria. Son un instrumento de muerte que se blande para invertir las tornas del combate. Puede que nunca las veas, pero notarás la diferencia y el rastro que dejan.

Los berserkers son vikingos caóticos y brutales que blanden hachas dobles. Su salvaje amor por el combate llena de miedo los corazones de la mayoría, tanto amigos como enemigos. Luchan de forma incansable, y son capaces de derrotar a los enemigos antes de que puedan defenderse. Al no preocuparse por su propia seguridad, apenas les importa la defensa, por lo que se centran en matar a tantos enemigos como les sea posible.

Los Shinobi son guerreros silenciosos que se mueven con la elegancia de un bailarín y matan con una precisión que solo concede toda una vida de disciplinado entrenamiento. ¿Preparado para hacer silbar la Kusarigama?

Nuxia fue el nombre que recibieron las mujeres guardaespaldas durante la guerra civil. Estas expertas asesinas solían moverse por el campo de batalla según sus propios términos, cortando y destripando a sus víctimas con sus espadas. Que no te engañen sus gráciles movimientos que parecen una danza, esconden un durísimo entreno en artes marciales y el uso de sus espadas gancho.

Los conquistadores son antiguos prisioneros y reclutas a la fuerza que han llegado a convertirse en soldados de élite. Son guerreros con pesadas armaduras que dependen de un estilo defensivo y de sus enormes manguales para menguar la resistencia de sus rivales hasta que estos sucumben ante las potentes acometidas de los conquistadores. Tras ascender desde lo más bajo y alcanzar tal prestigio en las fuerzas de los caballeros, los conquistadores se han ganado el respeto de sus compañeros gracias a su determinación y sus hazañas.

Los huscarles no son líderes natos. Tienen que ganarse este derecho con sangre, sudor y acero. Todo huscarle vive al servicio de su pueblo. Sus escudos protegen a aquellos que no pueden luchar y sus espadas atraviesan a aquellos que intentan hacer daño a su gente. Su estilo de combate es sencillo pero brutal. Siempre estarán encabezando el ataque.

El shugoki parece lento y torpe, ¡pero no te dejes engañar por las apariencias, pues posee la fuerza de un demonio y una voluntad férrea! Ser el guardián de tu pueblo requiere una fortaleza increíble. Debes defenderlo a toda costa y poner sus necesidades por encima de las tuyas, pero esto nunca ha sido un problema para el shugoki. Su arma favorita parece poco manejable, pero en sus manos es tan letal y precisa como cualquier espada.

Su lealtad y su sentido de la justicia no tienen igual. Imparten duras lecciones al enemigo blandiendo el guandao, la alabarda creciente. Se les considera los mejores estrategas del Imperio y son la viva encarnación del arte de la guerra. Inspiran a miles de personas a luchar y morir por ellos en las batallas más desesperadas. Esta tropa está inspirada en el mítico guerrero Guan Yu.

El Centurión ve el campo de batalla como un tablero de ajedrez. Cada guerrero tiene un papel que desempeñar, y a veces es necesario hacer sacrificios. ¡Esa es la naturaleza de la guerra, y el Centurión se regodea en ella!

Como su propio nombre indica, los Justicieros son la ley en Ashfeld. Imponen el cumplimiento de esta y ejecutan las condenas. Su armadura no tiene igual, y su arma es un funesto recordatorio del futuro que aguarda al infractor. Llegarán allí donde les necesiten, y reza para estar en el bando correcto a su llegada.

El Celta no es el típico vikingo impulsivo. Viejas alianzas y obligaciones le han llevado a participar en esta guerra, pero de buen grado habría permanecido en sus tierras, protegiéndolas. Puede adoptar una postura defensiva y hacer frente al más feroz de los guerreros, capeando el temporal de golpes con su claymore, ¡hasta detectar un momento de flaqueza momentánea y atacar! Su verdadera fuerza y velocidad se revelan en los barridos y golpes pesados. Nunca será el primero en entrar en combate, planea cada movimiento y siempre contraataca.

Las Valquirias han hecho un trato con los dioses. Lucharán y conseguirán la gloria en el nombre de los que no pueden para que sean admitidos en el Valhalla. Son rastreadoras y exploradoras que usan sus lanzas y escudos con efectos letales. Son las elegidas de los dioses: ojalá no te encuentres a ninguna en el campo de batalla.

Los Aramusha son unos samuráis caídos en desgracia, Ronin. No son silenciosos ni elegantes, pero se mueven con la precisión de un depredador felino y no hacen movimientos en falso. Sus espadas dobles acaban rápidamente con cualquier enemigo. Antes luchaban por una causa honorable, pero las circunstancias (traición, codicia, ego) han hecho que rompan sus juramentos. No están rodeados de misterio, son guerreros de élite que usan hábilmente la katana. Los samuráis están a punto de desplegar en el campo de batalla una de sus armas más despiadadas.

Las Nobushi son las defensoras de aquellos pueblos demasiado alejados de la ciudad imperial como para que el ejército pueda llegar. Son elegantes luchadoras con un arma de lo más curiosa. Su armadura es tan ligera que se mueven como el viento, aunque no pueden recibir mucho daño. Pero no te dejes engañar por su aspecto: son uno de los luchadores más efectivos de los samuráis.

Los Shaolin son fieros monjes guerreros que destacan por su estilo de lucha fluido y su destreza con el bastón. En la actualidad, dedican el día entero a rezar, entrenar y luchar. Siempre mantienen sus oraciones cerca y difunden su mensaje con una fuerza espiritual sin igual.